Alla por las víspera de Noche Buena de 2004, Don Julián parroco de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Albacete ; como amigo nos comentaba que posiblemente trasnocharía debido a que iba a montar el Belén de la parroquia. A lo cual como buenos amigos nos dispusimos a echarle una mano. No recuerdo bien si se nos hizo muy tarde, ni tan siquiera si cenamos sobre la marcha o no, pero si recuerdo que pasamos un buen rato compartiendo la experiencia de montar el Belén, de hacer el trabajo con mucho cariño y a su vez este, con cada figura, con cada puñado de arena, con cada ramita verde que pretendia ser un arbolito, nos iba introduciendo en el Misterio del Nacimiento de Jesús. Nos empujaba a la alegría de la Navidad.
Fue un buen momento de convivencia entre matrimonios y amigos, en el sitio perfecto, en la pequeña capilla que tiene la parroquia y ante el Sagrario En presencia del Señor. No podía ser de otra manera ( ¿ quién va casa de su Padre a una celebración y se va a otra habitación? ).
Desde entonces cada año, cuando se acerca la Navidad, unas veces antes y otras más tarde, dependiendo de las circustancias y el proyecto que nos llevemos entre manos para ese año, nos juntamos un grupo de adultos y jóvenes, y vamos haciendo un camino muy particular, de vivir el Adviento preparando el Belén. Entre diez o cinco días antes de Noche Buena, llega el día de " la fiesta de poner el Belén". Cuando llega ese día, que para mí es un día muy especial por el que vale la pena ( o mejor dicho vale la ALEGRIA) de todos los ratos de esfuerzo y trabajo de las horas que se lleva preparar este día. Como iba diciendo cuando llega ese día que ya esta casi todo puesto, nos juntamos unas cuantas familias con padres ,hijos y algunos abuelos , y comienza la colocación de las figuras (un Belén muy participativo) las cuales cobran vida, porque yo no pongo ninguna, solo me dedico a observar como manos de grandes y pequeños las van poniendo y luego no se sabe porque y como cada figura es vista en un lugar diferente del Belén en cada momento
Terminada la tarea acabamos todos cantando villancicos y celebrando la fiesta con una merienda o cena en los salones parroquiales. ¡Qué bonita experiencia!. Os invito a los muchos que nos visitais en este blog a que vivais esta experiencia allá donde os encontreis, sea aquí en el viejo continente o allí al otro lado del atlántico.
Me gusraría saber de vuestras vivencias en : belenenfamilia@gmail.com
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